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Cuatro importantes bajas afectan a lo que será la nueva plantilla de las baleares, todas ellas por diversas circunstancias. La más destacada, sin lugar a dudas, es la que era hasta ahora la jugadora más veterana del conjunto blanquirojo, la colocadora Mar Manresa que ha desarrollado toda su vida deportiva el entidad desde que era alevín cuelga las botas esta temporada. Manresa con 31 años ha vivido periodos brillantes con el grupo insular, varios títulos de liga FEV, campeonas de Superliga 2, una copa Princesa y un segundo lugar, a parte de los 6 campeonatos de Baleares en categorías menores y sus participaciones en muchos campeonatos de España. Tras sufrir una lesión de rodilla a mediados de la pasada temporada pone punto final a su etapa deportiva de alto nivel. Aunque aquella lesión se ha superado, ha dejado entrever la dificultad que sería para la jugadora balear continuar con la práctica deportiva competitiva de alto nivel. Tras 18 años es la entidad, todos ellos de la mano del mismo entrenador, Toni Figuera, y más de 12 en el primer equipo viviendo todos los ascensos y las copas la eterna colocadora dice fin a una gloriosa etapa sin lugar a dudas siempre será recordada como un ejemplo a seguir para las futuras generaciones del club.
Otra baja significativa, esperemos que está algún día con retorno, es la de la joven juvenil
Laura de Chavarria que se incorporó a la primera plantilla hace dos años y que poco a poco se hizo con la titularidad. La opuesta mallorquina, una de las jóvenes promesas de nuestras islas, cruzará el Atlántico para seguir su carrera deportivo-educativa en Florida (EEUU) en uno de los colegios más prestigiosos de América a nivel voleibolístivo. Allí podrá desarrollar su deporte rodeada de jugadoras de diversas nacionalidades y seguir con su espléndida progresión que le llevó a ser titular el JS Hotels CIDE. El grupo balear se verá sensiblemente resentido ya que era uno de los proyectos de futuro más interesantes de toda España. Esperemos que alguna vez ambos caminos vuelvan a coincidir.
La tercera jugadoras que causará baja en el equipo colegial es otra de las clásicas, la líbero Silvia López no formará parte de la plantilla planificada para este nuevo curso liguero. En esta ocasión la baja está propiciada por la necesidad de atender asuntos familiares, por lo que se retirará al menos momentáneamente de las pistas. La mallorquina, que también ha estado ligada durante muchos años al Cide, espera volver más pronto que tarde y seguro que seguiremos viéndola en alguna ocasión ayudando a su equipo en otras facetas.
La vasca Maider Sancho también da el salto a Estados Unidos. La jugadora que fichó por el conjunto isleño el pasado curso ya tenía claro desde entonces su futuro lejos de España, Pero en ese momento se dieron las circunstancias óptimas para que llegase a tierras mallorquinas y ambas partes quedaron muy contentas de cómo se desarrolló el año. Tan solo una lesión en los dos últimos meses de competición torció un brillante debut en Superliga femenina 2. Dejando huella en el club, a buen seguro que triunfará haya donde recale.
Ya para acabar la puesta Helena Bravo también se despide de la afición. Tras grandes actuaciones que ha vivido con el equipo durante una de las etapas de máximo esplendor de la entidad. Estando en la plantilla del malogrado ascenso a Superliga y siendo campeona y subcampeona de Copa Princesa, este año ha decidido no renovar. Una baja muy sensible y a la vez inesperada ya que el club contaba con ella. La jugadora de 24 años de edad ha decidido coger otro rumbo deportivo, le deseamos desde la que será su casa siempre lo mejor de las suertes.
Cinco bajas muy significativas, tres de ellas del sexteto habitual que deberán ser cubiertas durante los días que quedan de agosto, para conformar una plantilla potente de cara al inicio de temporada de que producirá el último día de mes.
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