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El día a día de un equipo ha cambiado por completo, de tener que preocuparse por el buen estado físico de sus deportistas y de perfilar una buena preparación de partido, se ha pasado en poco menos de un mes en centrar la atención en contar cuantas jugadoras del primer equipo están disponibles, cuantas salen de cuarentena o cuantas tienen riesgo de contagio por estar en contacto con positivos. Así de dura y cruel es realidad que ha convertido al deporte en algo distinto a lo que conocíamos.
Desde la entidad tan solo se pretende conseguir jugar los partidos, y una vez llegar a ellos intentar ganarlos a cualquier precio, pero siempre con la salud por delante. Dicho lo cual mañana sábado se recibe la visita del Arona para iniciar la segunda vuelta de la competición. Equipo muy competitivo que cuenta con varias jugadoras muy potentes, la experimentada holandesa Marleen Van Iersel es la referencia tanto en ataque como en defensa. Con gran experiencia internacional es la máxima anotadora y pode el punto de veteranía al joven conjunto canario.
El Cide por su parte puede contar con la mayoría de sus jugadoras, aunque varias de ellas salen de confinarse la semana anterior por lo que su estado físico y competitivo no es el más adecuado. El entrenador local lleva trabajando diferentes opciones por si fuera necesario. El club palmesano quiere seguir con el buen nivel mostrado en la primera vuelta de competición que tan solo le ha dejado a dos puntos de los puestos de fase de ascenso, y en estos primeros partidos del año ver hasta qué punto podrá asaltar a los dos grandes equipos de este año, el Valencia y el Alicante contra el que precisamente se enfrentará la próxima semana.
El partido como siempre se disputará en el polideportivo del Cide, este sábado a las 16:30h., en Son Rapinya, bajo las medidas covid que están en la actualidad vigentes. La entidad pretende subir en seguidores que ayuden al grupo a logras una de esas dos plazas de fase de ascenso.
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